martes, 27 de abril de 2010

Hasta que no hay nada por lo que seguir respirando.

A veces, por la noche (cuando más te echo de menos) me abrazo muy fuerte a la almohada y dejo que mis sueños se diluyan entre mis lágrimas… Con mis labios vacíos dibujo tu silueta y te beso en la soledad de mis noches y en la locura de mi lujuria.
Te deseo, te miro de reojo y aprecio hasta el más mínimo movimiento de tu cuerpo; cada vez que te levantas y el azar y tu arrugada camiseta dejan ver la parte de debajo de tu ombligo, un ligero cosquilleo se desliza desde mi estómago hasta mi entrepierna. Imagino el roce de tu barba mal afeitada sobre mi cuello, las caricias en el minúsculo hueco que queda entre mi cabeza y mi corazón… Quiero envolverte en un abrazo cálido y ardiente, suave y furioso, tierno y apasionado… quiero envolverte, que tú me envuelvas y que no me dejes nunca. Que tu corazón y el mío se acompasen y que mis jadeos marquen el ritmo de tu respiración hasta que ya no haya nada por lo que seguir respirando. Necesito que la distancia entre nuestros labio se esfume, ¿no lo notas? Debe esfumarse. Me encantaría que me susurrases al oído, “Danièle, Danièle” que yo misma saliera por tu garganta y acariciase tus labios, porque no todo el mundo lo dice como tú, como si una ráfaga de viento me levantara del suelo; oírte pronunciar mi nombre me da vértigo y me hace cosquillas… También quiero hundirme en tus ojos, pero de verdad, hasta sentir que me ahogo, que lo único que me salva de perderme en la profundidad es tu negra pupila, que me indica, como un mapa, el centro del Universo. Quiero mirarte a los ojos y hundirme sin remedio; ahora, cuando te miro, es como si simplemente observara mi reflejo en un río de agua clara, sin atreverme a entrar y vigilando, para alejarme rápidamente si te acercas,supongo que por miedo a ser descubierta… Sí miedo, aunque en realidad es miedo a NO ser descubierta, a sentir que ya no puedo hacer nada más, que puedo gritar y llorar pero que tu nunca oirás lo que quiero decir(te). Entonces cierro los ojos y lloro hasta que Morfeo me acoge en sus deliciosos brazos y deja que sueñe que nuestros cuerpos, como dos imanes, permanecerán juntos… juntos hasta que no haya nada por lo que seguir respirando.



¡Ya está aquí! Blanco, suave y con un precioso sello rectangular, lo abro y huele a mar, a aires del Sur y a ella. La oigo susurrarme esas palabras a oído, pedirme que buceeemos hasta Niza en una botella, que bailemos y que cantemos a Silvio, a Sabina, a Ismael... realmente me gustaría... ¿quien sabe a dónde nos llevara el camino de regreso? Tal vez no a Niza pero un viajecito express no nos lo quitará Nadie este verano,, :)
Tambien me da vertigo pensar en ti y en el besote que te debo! ;P
TEQUIEROVIC!

lunes, 26 de abril de 2010

AMIG@S

-...Nunca antes habías llorado por teléfono, no sabía que hacer.
-Lo siento, no he podido evitarlo.

-¿Qué hago?
-Mándale un mensaje, ponle tu nombre.

-¿Me acompañarás? tu vas en bici.
-uhm.. pero sólo hasta la próxima esquina.

- Pero ¿te ha molestado?
-Yo pensaba que no me iba a pasar pero sí.

Desde que creé este blog he publicado exactamente 33 entradas y acabo de darme cuenta de que no he dedicado ninguno a la amistad... En realidad tiene sentido; en mi vida diaria me quejo y comento mis estudios, el mundo, los chicos, las cagadas de la sociedad y las mías propias... pero ultimamente no estoy valorando a mis amigos como se merecen así que hoy va por ellos! :)
Por que aunque no siempre se note mucho sin los buenos consejos, el consuelo, la buena compañía, la diversión, el sentirse escuchado y escuchar, el compartirlo todo, los abrazos en el momento preciso, las llmadas telefónicas, las sonrisas sinceras, las críticas, los "te lo dije" y los "adelante!", nuestras canciones, nuestros piropos, nuestrs regalos y los momentos únicos e irrepetibles que hemos vivido juntos y viviremos LAVIDANOSERÍAIGUAL.

Muchas gracias por existir y SOBRETODO por existir precisamente a mi lado (o a mi lado en la distancia) :)...

Me gustaría poner una foto pero tengo demasiadas para elegir... así que hoy os dejo una canción.

http://www.youtube.com/watch?v=l9Nc0FAk74c

sábado, 24 de abril de 2010

Mi paraguas.


Nos encantaba tumbarnos en aquel prado a pasar la tarde; nos distraíamos charlando o adivinando la forma de las nubes. A veces simplemente nos dábamos la mano y sonreíamos mientras en el cielo feroces dragones y valientes héroes y heroínas luchaban en duelos a muerte… Casas, corazones, castillos, caras burlonas o amenazadoras y millones de sueños desfilaban ante nuestra mirada curiosa durante largas y apacibles horas.
Un soleado día de verano, mientras la cara de una malvada bruja con nariz puntiaguda se transformaba en un redondeado cerdito alado, las nubes comenzaron a oscurecer. Se fueron desplazando hasta juntarse justo por encima de nosotros, como si fuera una reunión de algodones de azúcar. En pocos segundos una enrome tormenta de cuentos se había desencadenado sobre nuestras cabezas. Millones de palabras, letras y frases se precipitaban velozmente desde el cielo empapándonos de historias, historias que nosotros mismos habíamos inventado.
Yo saqué inmediatamente mi paraguas del bolso; lo llevo siempre que no llueve; cosas del destino… lo coloqué boca-abajo sobre el brillante césped y en cosa de un instante estaba colmado de aventuras y romanticismos de cuento, que al plegarlo quedaron allí guardadas. Ahora cuando llueve siempre saco mi paraguas y me dedico a leer historias increíbles de nubes cuentacuentos.

lunes, 19 de abril de 2010

Ahhhhhhhhh!

¿Sólo un cinco? ¿No habías estudiado mucho? ¿Qué te ha pasado en el examen? ¿Qué no te concentras? Que me da igual que te aburras, eres estudiante y es lo que toca… ¿y se puede saber porqué no lo has hecho? Pero, ¿todavía no lo has terminado? No te acuestes tarde. Luego te pasas la tarde en el ordenador o viendo la tele y al final siempre con prisas y agobiada… No abuses de eso que tiene mucha grasa ¿Por qué no me has llamado? Vete a dormir. ¿Y tú que le has dicho? ¡Esa es una zorra! Jo, yo te lo cuento todo, ¿para ti somos amigas? Eres una irresponsable. Se te ven las bragas. En casa a las 4 y ni un minuto más tarde. ¡No haces más que liarlo todo! ¡Vas a llegar tarde! La has “cagao” pero bien. ¿Más dinero?, gastas mucho. Hace mucho que no sales a correr ¿no? ¿Has engordado? Jo, vaya ojeras que llevas hoy. ¿Tú te pintas todos los días? ¡Yo tengo que llevar una 38! Tienes un grano justo en la frente. Tienes que ir a la peluquería que ya se te están abriendo las puntas. Esa no, te marca mucho y no te sienta bien.¡eres la mejor!¡Esto no puede seguir así! ¿De verdad no sabes lo que es? ¿Tú a atletismo? ¿Y qué nota te han puesto? Porque yo saqué lo mismo pero… claro a mi no me tiene enchufe. Lo pasamos genial, que pena que no pudieras salir. Deja de repetir lo mismo todo el rato, me da igual. ¿Y tú tienes un nueve? ¿Sigues esa dieta? Con lo cara que costó y no te la pones nunca. ¡estoy tan orgullosa de ti! Lo siento no puedo ir. Pero tu¿ ya lo has hecho o no? ¿Lo has llamado? hoy es su cumpleaños. ¡Qué guapa estás!¿En serio no lo conoces? ¿Seguro que sólo sois amigos? ¿Has bebido, verdad? ¡No has hecho nada en todo el fin de semana! Necesitas más nota para esa carrera… ¿Irte a Madrid? ¡Cuelga, llevas media hora al teléfono! No haces nada en casa. Ordena tu habitación. ¿Me lo explicas? es que no entiendo a ese profesor. Luego dices que no tienes tiempo para nada ¡si casi no estás en casa!
Hay veces que mucho NO es suficiente.


Da igual si es para bien o para mal; hay veces que simplemente me gustaría que nadie me judge.

domingo, 18 de abril de 2010

Lluvia.

Era un día triste… las nubes de un deprimente color gris plomizo se vaciaban sobre los desgastados adoquines de la acera. Ella caminaba despacio con los ojos fijos en el oscuro horizonte. Un pequeño paraguas plegable se balanceaba en su mano; llovía mucho, pero no le importaba mojarse, quería mojarse. Grandes gotas resbalaban por sus mejillas y le recorrían todo el cuerpo. Llevaba un bonito vestido negro que, un vez mojado permitía adivinar sus delgadas formas casi infantiles. El pelo se le pegaba a la frente y le chorreaba en cascada por la espalda como si se encontrara bajo el grifo de una ducha fría. De las pestañas le colgaban pequeñas gotas que se mezclaban con sus lágrimas. No podía parar de llorar, cuanto más llovía más lloraba. Era un llanto silencioso sin gritos exagerados ni gemidos… sólo lágrimas. Sólo dolor que le dejaba aquel familiar sabor saldo en los labios, pero que le escocía como un ácido en el corazón.
Llevaba unas bailarinas grises que procuraba sumergir en todos los charcos en un intento desesperado de ahogar sus penas. La orquesta formada por millones de gotas chocando violentamente contra la ciudad dormida impedía escuchar cualquier sonido ajeno a aquel estallido tormentoso; por eso no lo oyó acercase por detrás y fue su roce lo que la sacó de aquella ensoñación lluviosa que la hipnotizaba.
-¿Has vuelto?- preguntó insegura. Ni siquiera se atrevió a parpadear temiendo que su presencia sólo fuese una alucinación y que si cerraba los ojos éste desapareciese otra vez.
-Sí, he vuelto- le susurró- no podía dejarte sola con esta tormenta.


Aquella noche en la ciudad llovía y había tráfico, gente, semáforos y ruido pero para ella solamente existía él, él y su maleta vacía, que había vuelto a su sitio habitual en el armario.



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“Hay una buena cantidad de nada en la vida y hay que saber dejarla atrás”.

Carmen Laforet, escritora española

sábado, 17 de abril de 2010

El día.

Hay días que son EL DÍA. Parece que por arte de magia los astros se van a alinear, van a parar todas las guerras , todos los motores van a detenerse y vuestros nombres se escribirán en el estrellado cielo usando millones de lucecitas... Pensamos que hay cosas que deben ocurrir en su MOMENTO y que si ESE momento pasa ya no será posible que ESO ocurra... Aunque luego, en el fondo, siempre encontramos excusas que expliquen porque no pasó ESO ESE día que nos devuelven la esperanza y las ganas de buscar otro MOMENTO y otro DÍA.


ESE DÍA.

miércoles, 14 de abril de 2010

Perderse...

Lulú tenía miedo de perderse ,de esfumarse y desaparecer como su madre. Hacía solo dos años que se había ido. Una fría noche de invierno los había abandonado; llevándose con ella sus maletas y sus esperanzas. Solamente había dejado su olor en las sábanas y una nota en la encimera: “Necesito encontrarme a mí misma”.
Lulú siempre la buscaba, si la encontraba ella, tal vez su madre volviera y todo sería como antes. Intentaba encontrarla en las caras de la gente que vagaba por las atestadas calles de la ciudad, en los enormes abrigos de las señoras cuando iba en el autobús y en las numerosas cajas de zapatos de su vecina del primero. Cuando sus amigos le preguntaban por qué no tenía mamá, ella sin dar más explicaciones contestaba que ésta simplemente se había perdido y luego había tenido que ir a encontrarse.
Años más tarde la realidad golpeó a Lulú como un gran mazo que rasgó definitivamente la venda de ingenuidad con la que había estado protegiéndose todos aquellos años: su madre la había abandonado. A pesar de todo no podía evitar seguir buscando su mirada en los bolsillos de su cazadora, al fondo de los botes de Cola-Cao y entre las páginas de sus libros… Un aciago día de lluvia, finalmente la encontró, los ojos verdes de su madre la observaban desde un charco. Ella sonrío; llevaba años buscando esa mirada.


Mi más sincero agradecimiento a Clara Campoamor por todo lo que hizo por NOSOTRAS.

(78º aniversario de la II República, un recuerdo de algo que pudo terminar de otra manera)

martes, 13 de abril de 2010

El espejo.

Seguimos sin hablarnos. Hace ya mucho tiempo desde nuestra última discusión. Pero esta vez no seré yo quien le pida perdón… A veces me mira de reojo, con mirada aviesa y yo sé lo que significa, me odia. Yo nunca la he ofendido, es ella la que me mira buscando algo, sin saber en realidad qué pretende encontrar. Al mirarme sólo ve una triste caricatura de lo que podríamos haber sido, pero en lugar de revelarse prefiere cerrar los ojos. Le gustaría romperme en pedazos y que desapareciese para siempre. No sabe que si yo no estuviese ella estaría sola de verdad.



MAX.-Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.-Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX.-Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.-Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO.-Nos mudaremos al callejón del Gato.


Luces de Bohemia.

lunes, 12 de abril de 2010

El primer beso.

Se escucha una canción en la lejanía, un desgastado David Bisbal se hace odiar en un bar cercano. El claxon de un coche rasga la noche y un mendigo que dormita en un banco cercano se da la vuelta complacido, como si soñase que se encuentra en un cálido y espumoso colchón.
En el rincón él y yo, solos. La triste luz de una farola le ilumina la cara; está más atractivo que nunca. Me he dado cuenta como al agarrarme con delicadeza de la cintura los demás se han ido dispersando a nuestro alrededor hasta que nos hemos quedado solos en el bullicioso bar.
-¿Te apetece salir a tomar el aire?- me ha sugerido aparentando seguridad. Yo he asentido tímidamente con la cabeza.
Una vez fuera colándonos entre la gente de la mano hemos llegado hasta esta esquina. Estamos los dos de pie, en silencio. Siento como si entre sus labios y los míos hubiese una corriente eléctrica que los atrae sin remedio. Me acerco a él, tanto que noto su aliento en mi oreja. Estamos uno al lado del otro, mirando como grupos de adolescentes como nosotros vagan de un bar a otro buscando esa prometida “diversión”. Me coge de la mano y yo acaricio sus suaves dedos uno por uno.
-¿No tienes frío?- le pregunto mientras me siento en el suelo y me acurruco dentro de mis sentimientos.
- La verdad es que un poco sí.
Se sienta a mi lado y me pasa el brazo por los hombros. Desde su cálido abrazo noto divertida como tiembla… Si está temblando de frío, de nervios, de miedo o simplemente de amor, eso realmente no lo sé. Yo miro fijamente la sombra de la farola en las baldosas medio agrietadas del suelo. Él me besa en el pelo y yo me giro despacio. En el momento que nuestros labios se rozan ya no hay nada que hacer. Es un beso lento que sabe un poco a ron y huele a chocolate; me fascina. Nuestros labios encajan como un perfecto rompecabezas. Ya no escucho nada más, solamente los latidos de nuestros corazones que se aceleran cada vez más acompañan nuestro beso. Sus manos me recorren y me acarician el pelo y el corazón. De vez en cuando se separa y me dedica una gran sonrisa, mirándome directamente a los ojos.
Lo más difícil no es el primer beso sino el último...


Sonreír es la segunda mejor cosa que puedes hacer con la boca. :)

domingo, 11 de abril de 2010

El romper de las olas.

Me relaja mirar las olas que rompen enfurecidas contra las inmensas rocas del puerto… Primero un leve retroceso del agua como el de quien coge aire para soplar las velas de una tarta de cumpleaños milenaria. Después millones de minúsculas gotas se precipitan sobre los bloques de granito, que soportan la envestida sin ningún esfuerzo aparente.
Ante este descomunal espectáculo de la naturaleza no puedo evitar ver el símil…
El fuerte oleaje arremete contra las rocas, que aguantan sin moverse, como si el tema no fuera con ellas. Es como nosotros, los humanos que tratamos de aguantar sin perecer las fuertes envestidas de la vida. Aunque, como a las rocas, muchas veces parece que los problemas y las viejas heridas no nos afectan, en realidad, el degaste y la erosión hacen que finalmente nos diluyamos en el agua y desaparezcamos. Primero las rocas pierden sus afiladas aristas y se redondean sus formas haciendo que el agua simplemente resbale sobre ellas; este es el punto en el que a nosotros todo nos da igual, nos rendimos y dejamos de luchar. Es triste, pero es el primer paso antes de esfumarnos definitivamente sin dejar rastro.
Estos pensamientos me deprimen un poco así que cierro los ojos y me concentro en el sonido de las olas. Entonces lo comprendo, sí que hay una metáfora, pero no la he enfocado bien, es justo al revés.
Nosotros no somos una fría roca, somos agua.
Somos las fuertes olas que superan las trabas en su camino. Destruimos rocas al enfrentarnos a nuestros problemas y temores, no colamos por grietas y poros, saltamos y rodeamos obstáculos, fluimos. Somos capaces de adaptarnos; flexibles como un junco no cedemos ante barreras, presas ni rocas. Un sabio (no sé quién fue) dijo que no se le pueden poner barreras al mar. Estoy de acuerdo.




Cuando no hay nada seguro, todo es
posible
.

sábado, 10 de abril de 2010

El primer (des)amor.

-Sientes un extraño cosquilleo en el estómago, como si millones de mariposas revolotearan dentro de ti, es algo maravilloso…- contestó su abuela cuando le preguntó qué pasaba cuando uno se enamora.

- Es como si tu corazón le perteneciera a otra persona. Además solo te apetece compartir tu vida con él, es lo que a mí me pasa con tu padre que en mi vida ya no soy sólo YO ahora somos NOSOTROS, lo compartimos todo ¿lo entiendes?- le explicó su madre.

- Estas todo el tiempo pensando en esa persona y solo quieres estar con él…bueno con él y con sus cuadraditos - suspiró la hija de la portera.

-Haces cosas juntos, cosas de novios, como ir al cine pasear mucho, daros besitos, ir de la mano, suspirar cuando se pone el sol…- le contestó su amiga Marieta con aire sabiondo.

-Os regaláis cosas, habláis cuando uno está triste, no se hija… ¡es que haces unas preguntitas! ¿Le has preguntado ya a tu madre?- la despachó su padre mientras hacía la cena.

Marta siguió preguntando a todos sus vecinos, compañeros de clase y a su familia… finalmente tomó una dura decisión: le diría a Pablito que no quería ser su novia. Después de darle muchas vueltas decidió que enamorarse no tenía ninguna ventaja. No estaba dispuesta a tener dolor de tripa ni mucho menos a darle su corazón a nadie. Tampoco quería dejar de quedar con sus amigos ni compartir sus chucherías. Además no le interesaban para nada los problemas de Pablito y le daban igual los cuadraditos y los circulitos, y sobretodo, le daban arcadas solo de pensar en darle un beso, ¡qué asco! Lo único bueno que tenía era lo de los regalos, pero teniendo a Papá Noel y a Los Reyes Magos ¿Quién quiere un novio? Marta ya tenía 7 años y en ese mismo momento prometió que no se enamoraría nunca. Por suerte, no todas las promesas se pueden cumplir.


Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí .

J.Sabina

viernes, 9 de abril de 2010

Huída.

Buscó en el fondo de los cajones los restos de esperanza que todavía le quedaban, hacía mucho que ahorraba, pero en cuanto él la encontraba la destruía, por eso había tenido que esconderla. Cogió se ropa más preciada del armario y la colocó en la maleta al lado de los fragmentos de alegría que había recogido del suelo de la cocina. Metió también sus libros favoritos y sus perfumes. También recuperó los álbumes de fotos de cuando era joven, y en sus lomos descubrió que junto con el polvo se habían ido acumulando partículas de buen humor, y que entre las hojas, estaban todavía intactos sus sueños sin cumplir.
Le escribió una nota en la que dejó toda su rabia impresa en dos sencillas palabras que lo decían todo: ME VOY.
Firmó con un poco de pena y puso la carta apoyada en demasiados años de silencio y humillación.
Antes de salir echó un último vistazo a la que había sido su casa los últimos treinta años y contemplo con rencor las gotas de dolor y engaño que todavía se distinguían salpicadas en la pared. Abrió la puerta, cogió su abrigo y su dignidad de la percha, siempre los dejaba ahí antes de entrar, salió. Las llaves ni las tocó, no pensaba volver.
Cerró la puerta con cuidado y se perdió entre la bruma nocturna. Avanzaba segura por la calle, con una maleta en una mano y su destino recién estrenado en la otra, animada por millones de estrellas que esa noche brillaban sólo para ella, para alumbrarle el camino seguro.




Es cómodo, mirar la vida a través de un cristal, esperar que las cosas cambien, mejoren, que nuestros mas íntimos deseos se cumplan... pero por desgracia no suele pasar... si esperamos resultados distintos tenemos que actuar, hacer cosas diferentes... y solamente arrepentirnos de las locuaras que no hemos cometido.

jueves, 8 de abril de 2010

Castillos en el aire.


Hay veces que deseas tanto algo que te gustaría gritarlo, que todo el universo se enterase… lo curioso es que no lo haces, no lo gritas, pero tampoco lo comentas en bajito con un suave susurro, ni siquiera te permites el lujo de pensarlo. Es contradictorio pero incluso si alguien te preguntase serías capaz de decir con indiferencia que te da igual, que no te importa. Seguramente lo haces para protegerte, para no salir herida, para no crearte expectativas ni falsas ilusiones. Construir castillos en el aire siempre se te dio muy bien, demasiado bien, el problema es que esos castillos se deshacen y se hunden, y tu siempre estas debajo desprotegida. Sin darte cuenta terminas enterrada por kilos de arena de aquellos preciosos y prometedores castillos. Entonces ya no hay nada, te quedas vacía y humillada llena de lágrimas que no sabes dónde poner. Por eso ahora cada vez que ves que en tu corazón crece un nuevo castillo tu mente, veloz, se esfuerza por destrozarlo antes de que se haga grande y duela.

miércoles, 7 de abril de 2010

Mar.

Un paso tras otro, sin prisa, observando cómo sus pequeños pies se hundían poco a poco en la arena. Le encantaba mirarla caminar por la playa. La suave brisa marina le desordenaba la larga melena castaña. Ella avanzaba seria, pero si prestaba atención podía distinguir esa sonrisa juguetona que escondía tras los grandes ojos verdes. No andaba, se deslizaba hacia el agua despacio y con decisión. Iba con calma, disfrutando a cada paso de la suavidad de la arena, notando cada minúsculo grano colarse entre los dedos y hacerle cosquillas.
Llevaba puesto el vestido que él le regaló. Era blanco y largo, de una tela semitransparente que él jamás habría sabido identificar. Unos finos tirantes le dejaban sus hombros al aire, que tras todo el verano parecía que reflejaban la luz del Sol en forma de destellos dorados.
Las olas la hacían moverse de un modo gracioso para mantener el equilibrio, como si se tratase de una curiosa danza entre la naturaleza y ella. Alguna que otra ráfaga de aire le levantaba el vestido hasta los muslos, pero ella lo sujetaba con un sencillo gesto consciente de que él la estaba observando. Entonces se giraba y él comprobaba tristemente que sus ojos se habían vuelto más oscuros, casi azules, del mismo color que el mar que se extendía rabioso ante ellos. Entonces sabía que jamás sería suya, ella siempre pertenecería al mar. Cerraba los ojos y suspiraba. Al abrirlos de nuevo ella ya no estaba allí. Solo el vestido blanco arrugado en el suelo lo acompañaría de nuevo en su rutinaria vida. Con el envolvería ahora todos los pedazos de su corazón, para mantener unidas las partes y evitar así que se perdieran en el mar para siempre
.


ME SIENTO, mar, a oírte.
¿Te sentarás tú, mar, para escucharme?


Rafael Alberti

martes, 6 de abril de 2010

Sonidos de locomotora.


Viajar en tren me incita a escuchar a Sabina. En cuanto la locomotora arranca comienza la canción, cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el Norte…Me encanta viajar en tren, las vías son la gran metáfora de la vida; caminos para elegir, ciudades que dejar atrás y nuevos lugares para descubrir. Mi cara reflejada en el cristal parece que se funde con los infinitos paisajes que pasan por mis ojos como en un antiguo proyector de cine. Hoy no hace viento y las espigas de trigo esperan pacientes a que una suave brisa las haga bailar al ritmo del rock´n´roll de los idiotas. El tren es como una enorme burbuja transparente que rueda entre viejas fábricas abandonadas y exuberantes mansiones, sin importarle el origen de los que viven o vivieron allí. También pasa frente a antiguas estaciones de ferrocarril, algunas semiderruidas que jamás llegaron a utilizarse, por ahí también pasa, pero pasa de largo, con arrogancia, como si nunca debiesen haber sido construidas.…
El tren es también un lugar de huída, de cambios y sobretodo de aventuras… cargamentos de provisiones, hornadas de soldados camino de una guerra sin sentido, enamorados en una apasionada huída, solitarios persiguiendo sus sueños alocados y multitud de gente con una historia particular han circulado entre el traqueteo de estas mismas vías que ahora me llevan a mi hacia una nueva aventura.


Cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el norte
Y dormí con chicas que lo hacían con hombres por primera vez,
Compraba salchichas y olvidaba luego pagar el importe.
Cuando era más joven me he visto esposado delante del juez.
Cuando era más joven cambiaba de nombre en cada aduana,
Cambiaba de casa, cambiaba de oficio, cambiaba de amor,
Mañana era nunca y nunca llegaba pasado mañana,
Sabina

lunes, 5 de abril de 2010

Quiero besarte.

Un beso robado, uno diferente cada noche. Da igual de quien, a ella todos le sabían a él. Cerraba los ojos y sentía el cosquilleo de su barba mal afeitada, su olor, absorbía su olor como si lo necesitara más que el oxígeno para vivir. Hubo un tiempo en el que tuvo principios, ahora ella era una chica diferente, habían pasado demasiadas cosas. No le importaba quién fuera, ni cómo, solo quería sentir unos labios junto a los suyos, aunque sabía que ningún otro beso le daría tanto calor como los que él le regalaba. Había algunas de aquellas sombras sin nombre ni rostro que intentaba levantarle la falda, entonces ella los miraba sorprendida, incapaz de concebir la idea de que otro que no fuese él la tocara. Recordaba con viveza aquellas tardes de verano en las que sus respiraciones se acompasaban, sus corazones se unificaban en un mismo latido y ambos se movían al ritmo de las olas del mar… Por él, por él se ponía cada noche los tacones en busca de besos robados, esperando que algún día apareciese con su sonrisa grande y se la llevase se allí.



Si la vida se deja yo le meto mano
y si no aún me excita mi oficio,
y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,


Fotográfa: A´ :)

viernes, 2 de abril de 2010

Atardecer...

Caminando por el paseo marítimo miro la puesta de Sol, reflejos plateados perfilan el borde de la costa. Sin saber porqué me encuentro buscando a alguien a quien coger de la mano, no encuentro a nadie y meto las manos en los bolsillos de mis vaqueros, antes de que nadie aprecie ese mínimo gesto de mis dedos en busca de ti. Levanto la mirada y solo soy capaz de ver parejas que disfrutan de una tarde romántica paseando por la playa. Manos en la cintura, sonrisas coquetas, besos discretos o besos más apasionados, abrazos y caricias distraen mi atención del liso horizonte. Es curioso como cuando una está sola presta más atención a las demás parejas, parece que haya infinitas y por todas partes… yo prefiero pensar que hay más por la primavera. El caso es que todavía no he visto ninguna familia ni grupo de amigos, solo las ya nombradas “parejas felices”. Es alucinante pensar como hace poco menos de un siglo no se podía casi ni andar por la calle de la mano… yo creo que eso era porque “los que mandaban” estaban solos y no querían tener celos ni necesidad de una mano a la que agrarrarse.

29.Marzo, San Sebastián


http://www.youtube.com/watch?v=fQ5f3VspUUQ
A veces, aunque parecía imposible las cosas salen bien. Incluso mejor de lo planeado. Son pocas veces, así que disfrutémoslas.

Enjoy every moment

A un beso tuyo lo llaman ruina...