sábado, 19 de mayo de 2012

Tristes despertares.


A veces sueña con ella. En los brazos de Morfeo recuerda. Entre sábanas recorre cada facción de su cara como si la estuviese dibujando en base a unos sencillos esbozos que aun guarda en su memoria. Le encanta esa sensación de felicidad, de las que llenan por dentro. Es una felicidad curiosa, llena de desconcierto. Llena de inadecuada tranquilidad con la que enfrenta no entender por qué está allí ni hasta cuándo. Tampoco entiende en qué lugar está pero entiende con quién y en realidad no necesita responder ninguna otra pregunta.

En sus sueños no hay distancias y en un parpadeo se encuentra kilómetros de su cama. Noche tras noche aparece en SU cama, la de ella, con ella entre sus brazos. Tal vez un análisis freudiano aclararía los motivos de por qué sueña en blanco y negro, de por qué a veces se ve desde fuera y a veces desde dentro de sí mismo, por qué es capaz de volar y respirar bajo el agua; pero sólo él sabe lo que siente por ella, sólo él sabe que el amor y la distancia son los mejores ingredientes para un buen sueño y un triste despertar.



viernes, 18 de mayo de 2012

yoestudieenlapublica


Es triste que sean necesarios estos vídeos, pero, efectivamente, está en juego "el futuro de un pueblo".

jueves, 17 de mayo de 2012

Perder(se)

-¿Quién dice que los amores más largos son los mejores?- se decía en voz baja a si misma.
Totalmente absorta trataba de convencerse mientras arrastraba su enorme maleta por el aeropuerto. Una maleta demasiado pesada. Una maleta llena de recuerdos y de despedidas, una tras otra siempre ahogadas en lágrimas y vacío. Demasiados motivos para girarse, girarse, ver su sonrisa y perder(se) un avión.


martes, 8 de mayo de 2012

Ojalá supiera


Ojalá supiera cantar. Te susurraría al oído que me duermo y te sueño, que te quiero, que quererte es acordarme, que quererte no es bastante. Cantaría al ritmo de las olas, al ritmo de las gotas resbalando por tu piel, al son de tus dedos por mi espalda. Te cantaría las ganas que tengo de ti con la suavidad y sensualidad del jazz y gritaría al viento todo eso que me quema por dentro como en un concierto de rock. Sería una cantautora con una guitarra siempre en la mano dispuesta para despertarte las cosquillas y enamorarte. Menos mal que estás tú.
Ojalá supiera pintar. Así podría rasgar sobre un lienzo esa mirada tuya que hace que el corazón me dé un vuelco. Acariciaría tus labios con un suave pincel empapado en tinta roja y dibujaría esas lágrimas transparentes que nos inundan con cada Adiós. Haría un esbozo de todos esos besos que le di al aire que viajaba al norte y con un carboncillo marcaría el camino de vuelta al momento más tierno y jabonoso que pasamos. Menos mal que estás tú.
Ojalá estuvieras aquí.